sábado, 14 de junio de 2008

Proyecto libertad


Proyecto libertad

La gente camina por la calle, vive sus días intentando ser feliz, de ves en cuando lo consigue. Algunos aceptan las cosas tal cual son; así eran cuando ellos llegaron al mundo y así es como van a ser hasta que se vallan de él, son a los que mas temo. Otros hablan, hablan y hablan de que no les gusta su alrededor, después salen de laburar, se toman el bondi hasta sus casas, miran un rato de tele, se acuestan, se levantan, van a laburar y hablan, hablan y hablan, cuando le decís de hacer algo se callan y miran para otro lado, cuando te vas siguen hablando, hablando y hablando. También están a los que les encanta su realidad, solo porque no creen que existan otras realidades, si a mi me va bien por qué al resto no le va a ir bien, piensan ellos. Después están los garcas, los hijos de puta, los botones, los pobres, los ignorantes, los milicos, los idiotas, los gay, los de capacidades diferentes, los mendigos, los crotos, los curas, etc., etc., etc., muchos somos los que transitamos la viña del señor, pocos los que pensamos que el señor es un pelotudo por dejar transitar a tantos boludos y forros.
Y ahí está la gente, cada uno sumergido en su realidad, cada uno viviendo entre alguno de esos grupos que se mezclan formando uno solo, pero de ves en cuando de entre ellos hay alguien que no está conforme con lo que le toca, que se da cuenta de que algo anda mal y de que algo falta o sobra.
Ellos saben que a dios hay que ayudarlo de ves en cuando, y cubrirlo cuando se toma vacaciones, saben que el mundo no puede ser la rutina de todos los días.
Estos tipos se cruzan en un recital, en una peña, en una milonga, por la calle. Y cada vez que se encuentran ponen toda su fuerza en parir lo que mas desean, ser libres.
Les tocó nacer, crecer y vivir rodeados de personas comunes, aburridas, ambiciosas de poder y de riqueza. Durante algún tiempo tuvieron que ser como ellos para poder sobrevivir, tuvieron que ponerse caretas para salir de sus casas.
Fueron perseguidos, se sintieron solos mas de una ves y fueron tratados de locos otras tantas. Pero como el quirquincho, doblemente empecinados, decidieron pelear. Es que prefieren ser libres, prefieren ser los locos…
Es el castigo que sufren los que sueñan y lo dicen, es la mochila que cargan los que persiguen utopías, es el placer de resistir creando.

Camilo.

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